Al principio de la historia, dos animales, un oso y un
alce, querían atravesar el puente en direcciones contrarias. Cuando se encuentran
en medio del puente, intentan pasar pero no caben. El oso se enfada, lo intenta
a la fuerza y casi tira al alce. Como ve que no se puede le dice que de media
vuelta. El alce enfadado también le dice que no, que la él. Se ponen a
discutir.
Aparece un pequeño mapache, les saluda y les pide permiso
educadamente para pasar. El bruto del oso, le coge del cuello y pasa de tener una
agresión verbal a tener una agresión física. Lo lanza y lo golpea. Por el otro
lado del puente, aparece un pequeño conejo. Que también quiere pasar y lo pide
educadamente. El alce le da el mismo mal trato que el oso al mapache.
Los pequeños animales, muy ofendidos les dan un
escarmiento; rompen las cuerdas del puente y caen al rio.
Ellos vuelven a intentar pasar por el puente. Se
encuentran con el mismo problema que habían tenido el oso y el alce. Pero lo
solucionan de una forma muy diferente. Ambos piensan soluciones y se ponen en
el lugar del otro, llegan a un acuerdo. Así consiguen pasar el puente y
resolver el problema.
La tozudez, el egoísmo, la ira, la envidia, no
nos ayudan a resolver los problemas.
La mejor forma es pensar soluciones, pensar
en sus consecuencias, pensar en la otra persona y si es posible solucionarlo en
equipo. Utilizar la palabra y no insultar, ofender ni mucho menos pegar.
Victoria Olid
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