martes, 27 de febrero de 2018




Es la armonía entre tus actos y tus ideas.

Lo que yo hago está de acuerdo con lo que yo pienso.

No siempre es fácil ser coherente. A veces, significa hacer cosas que no querremos hacer o renunciar a algo que nos gusta.


Algunos ejemplos de ser coherente:


  • ·       En mi vida, unos de los objetivos que tengo es ser feliz a todas las horas. Pero a veces mis actos no me permiten ser feliz siempre.
  • ·       Tengo claro que es importante respetar el turno de cada persona. Pero a veces, soy impaciente y no soy capaz de esperar.
  • ·       Sabemos que lo importante en un juego es divertirnos, pero en ocasiones, lo que más nos importa es ganar y eso convierte al juego en algo no muy divertido.



No hay comentarios:

Publicar un comentario